miércoles, marzo 09, 2005

Setenta y dos horas

¡Qué horrible es ir a comprarse ropa! Meterse en el probador es molesto e incómodo. Por eso el trámite de ayer fue bien rapidito. Creo que lo peor que tienen las personas que trabajan en las casas de electrodomésticos, es tener que oír todo el puto día el ruido de la fricción del telgopor con cualquier objeto. En tres días voy a estar en Mar del Plata, mirando películas, mojándome las patas en la orilla. No me soporto más, me quiero ir ya. Tengo hambre, desayunar medialunas al mediodía me quitó el apetito de almuerzo, pero ya son casi las 6 de la tarde y el almuerzo dejó de existir hace varias horas. En mi casa jamás hay provisión de alimentos, se come lo que hay en el momento o sino no se come. Se comporta igual que yo con un paquete de Halls de cherry, en menos de una hora ya no me queda ninguna. Lo único que me falta decir es que recién rompí la puerta de mi pieza por culpa de una injustificada patada llena de ira. Por ahora se me pasó el enojo.

4 Comments:

At 3/13/2005 8:01 p. m., Blogger AnTo.- said...

y? qué tal las patitas? frescas?

 
At 3/14/2005 9:52 p. m., Blogger Maro said...

Cuantos divagues juntos..!!

 
At 3/15/2005 6:34 p. m., Blogger Intrínseco said...

Las patitas, el cuerpo y la mente, frescos!!!

 
At 3/21/2005 12:29 p. m., Blogger Tina said...

Que violenciaaaaaaa he

 

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