martes, marzo 22, 2005

Inconscientes Beldents

Recién terminé de escribir un montón de cosas, pero mi computadora no quiso que concluya mis ideas y se colgó, porque está en mi contra. Había querido decir que mis deseos son como chicles y que mi boca es mi mente, porque ella juega con mis deseos, los mastica, los escurre, los babosea, pero siempre termina escupiéndolos al suelo o pegoteándolos debajo de una mesa mugrienta.
Todo esto venía a raíz de mi apestoso día post vacaciones hermosas en Mar del Plata con la persona más hermosa del mundo. Enfrentarme con el trabajo y comenzar la facultad con mi archiconocida e imbécil timidez fueron un cóctel fatal para mis emociones alteradas. Quiero prender fuego cosas.
Estoy harto de mí. Pero soy demasiado tenaz como para cansarme de este cacharro que me tocó de cuerpo y de este cerebro retorcido que jamás se conforma con nada. Bah, mentira, quiere creer que no se conforma, pero en realidad es lo más pacato que conozco. Eso también es mentira, pero no puedo decir nada coherente ahora. Sólo que si alguien enviase un cohete a la Luna, yo no iría en él, porque por suerte no soy astronauta.

2 Comments:

At 3/22/2005 11:30 a. m., Anonymous Anónimo said...

Yo justo te iba a invitar a la luna. Otra vez será...

 
At 3/22/2005 11:30 a. m., Anonymous Anónimo said...

Arj! Aldy, era Aldy la anterior!

 

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