Proyecto

Tendría que hacerle caso a M. Night Shyamalan. En La Aldea, el personaje de la rubia ciega que se aventura por los bosques llenos de demonios, sigue el consejo de su padre, que le dice que ella tiene que ser la que guía y no dejarse guiar. O algo así. La cuestión es que me estoy cansando de mi perfil bajo y de dejarme llevar por personas que no deberían guiarme. Pero también tengo un presentimiento: creo que si empiezo a hablar con el mundo, no va a haber marcha atrás y voy a pasar hasta el otro extremo de la introversión sin peajes criminales de por medio. Pero ésta es sólo una más de mis tantas hipótesis que nunca se cumplen. Aunque un día, cual lobo de Juanito, me voy a devorar, íntegramente, sin dejar un trozo de mi cuerpo sano. Después voy a vomitar todo eso, meterlo en un tupper de metal e introducirlo en el microondas para que explote.

[¿Para quién canto yo entonces?]