viernes, septiembre 09, 2005

Cerrá los ojos, contá hasta tres y soplá las velitas

La imagen que encabeza este post, que fue confeccionada hace algunas horas, forma parte de la última hoja de lo que viene a continuación:

"Lo más difícil de las acciones es comenzar. Porque después uno se habitúa a la conducta que previamente lo inhibía. Aunque es verdad que luego se puede llegar a tres puntos divergentes:
a) La costumbre produce agilidad y destreza.
b) El acto es cada vez más aburrido y rutinario.
c) Se abre un pozo mental profundo, del cual es complicado huir.
En este momento siento que no debo frenar. Tengo que intentar escribir desde ahora, que tomé el colectivo en el Correo Central, hasta que me baje a una cuadra de mi casa. En realidad, está todo oscuro acá, casi ni veo lo que produce esa linda lapicera que encontré en mi casa y que desconozco a quien le pertenece. De todas maneras, a mí siempre me roban las biromes, así que no me siento un gran ladrón por este mísero hurto familiar. Lo impresionante es que yo también pierdo los bolígrafos por mi cuenta, pero ese es otro tema.
Mientras miro por la ventana, me pregunto qué perspectivas tendrá cada uno de su futuro y hasta qué punto, lo que uno puede imaginar, se llevará a cabo. Me acuerdo que Leon-o, de los Thundercats, tenía una espada del augurio, con la que podía ver 'más allá de lo evidente'. Igualmente, lo que el felino cósmico vislumbraba era un futuro a cortísimo plazo. A mí eso no me serviría para nada para lo que estoy planteando, sin embargo, no despreciaría si alguien llega y me regala una espadita como esa. Lo que me interesaría conocer es qué piensan las personas, al tener en cuenta su presente inmediato, sobre lo que les gustaría que les suceda, de qué forma suponen que lo lograrán y qué lapso de tiempo creen que les demandará.
Cambiando de tema, creo que lo único que me hace falta para vivir en mi propio mundo (cuando estoy fuera de mi casa) es que me fabrique una de esas cápsulas con rueditas en las que pasan la mayor parte de sus días los hámsters. Porque la comunicación con mis compañeros de la facultad y extraños en general es casi nula. Mejor dicho, no es como yo imagino. Mucho mejor dicho, muy pocos sucesos de mi vida son como yo quisiera que fueran. Hablo de algo totalmente sacado de contexto de la situación en la que estoy en cada momento. Ahora, por ejemplo, si me guiase por mis instintivas alucinaciones mentales, no estaría escribiendo sentado, sino que cometería actos completamente irracionales, que ni siquiera me animo a describir.
Creo que la mayoría de las persnas elegimos una forma de existir demasiado alejada de la que honestamente nos daría placer. ¿La conformidad tendrá techo? ¿Hasta donde puede anhelar un ser humano? ¿Cuando, la ansiedad por cumplir con los objetivos planeados, se transforma en una ambición desmedida? Me parece que no hay que ver el vaso medio vacío ni medio lleno, sino tener noción absoluta de cual es su contenido y aprovechar de sus beneficios al máximo; consumir hasta la última gota. ¿Será que las ganas de concretar nuestros anhelos son como la sed, que necesita saciarse para que continúe la vida?
Lo único que sé es que el deseo siempre estará, si es que no se satisface. Tal vez se manifieste con vehemencia o quizás se oculte por temor de las consecuencias que traería realizarlo. Es más, si creyera en la reencarnación, diría que el deseo es lo único que llevamos hacia la otra vida. Los deseos son los que producen que la vida tenga sentido y son responsables de que el cielo de cada mañana tenga el color que nuestros ojos quieren ver. Obviamente, la mayor expresión del deseo es el amor, que es por lo cual yo elijo respirar todos los días. El amor hacia la vida (la nuestra y la de quienes queremos) es lo que nos llevará a todos a intentar cumplir nuestros deseo. Porque a veces no sólo importa que se materialicen, sino también su eterna e inalcanzable búsqueda. Lo logré. Me tengo que bajar. Cumplí mi deseo de este viaje. Chau colectivo, gracias por inspirarme (siempre). Te amo."

2 Comments:

At 9/14/2005 3:30 p. m., Blogger L! said...

Muy buen blog,
Me gusta la onda delirio colgado de meditaciones urbanas.
Schoppenauer dijo alguna vez que las mejores ideas no nacen del reposo, sino del movimiento y creo que tenía mucha razón.
Saludetes

 
At 9/20/2005 10:33 a. m., Blogger Maljardin said...

La pucha digo! yo siempre viajo parado!!!!

 

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