domingo, enero 16, 2005

Osvaldo

Creo que en el escalafón más alto de mis prejuicios se encuentran las personas con antejos negros grandotes espejados, ese tipo de lentes que usaban los policías. Cuando veo a alguien que los tiene puestos, no puedo evitar pensar que es un hueco, superficial e ignorante, aunque sé muy bien que tener un par de anteojos no lo convierte automáticamente en un ser con tales características. Y si la persona que luce los anteojos espejados es varón y tiene una musculosa que otrora hubiese usado mi abuelo a la mañana cuando se despertaba, el prejuicio se duplica inmediatamente.