Osvaldo
Creo que en el escalafón más alto de mis prejuicios se encuentran las personas con antejos negros grandotes espejados, ese tipo de lentes que usaban los policías. Cuando veo a alguien que los tiene puestos, no puedo evitar pensar que es un hueco, superficial e ignorante, aunque sé muy bien que tener un par de anteojos no lo convierte automáticamente en un ser con tales características. Y si la persona que luce los anteojos espejados es varón y tiene una musculosa que otrora hubiese usado mi abuelo a la mañana cuando se despertaba, el prejuicio se duplica inmediatamente.