miércoles, enero 05, 2005

Mañana puede ser

Hoy no voy a saltar desde un octavo piso, ni tampoco voy a entrar a Musimundo a robarme algo y después salir corriendo. No, hoy no. Tampoco voy a bañarme. Ni se me ocurre hacerlo, hoy no lo voy a hacer. Hoy tampoco voy a escribir palabras muy lindas, aunque esto parezca un mínimo intento, no lo es. Hoy no voy a comer verduras, prácticamente no lo hice nunca en mi vida, por qué hacerlo hoy. No, hoy no. Hoy no voy a ver a los Reyes Magos ni voy a dejarles pastito ni agua para los camellos. Hoy no es ayer, principalmente porque ayer no es hoy. Hoy no voy a cantar ni voy a sentir frío, en ningún momento del día, ni a palos, no, hoy no. No será hoy el día en que me decida a putearlo con todos los insultos que conozca a mi jefe, pero ganas no me faltan. Ni hoy ni ningún otró día me faltan ganas. Hoy no voy a sentirme muy feliz, tal vez sólo un poquitito, un ratito, un instante, pero nada más. Hoy no voy a poner un punto y aparte. Va todo seguido y al que le moleste que se vaya, pero por favor, hoy no. Tal vez hoy no me lave los dientes, es lo más probable. Definitiva y lamentablemente, hoy no voy a ver una estrella fugaz. Hoy no voy a comer lasagna ni albondigas ni chinchulines. Hoy no va a llamar ninguna persona a mi casa a preguntar por mí, casi seguro que no. Hoy no voy a lavar los platos, hoy no voy a leer La Mano, hoy no voy a vomitar, hoy no voy a ir a ningún lado que esté a más de 3 cuadras de mi casa, hoy no voy a tocar una guitarra afinada perfectamente, hoy no voy a ver una competencia de saltos ornamentales, hoy no voy a encontrar la fórmula para la paz en el universo. Hoy no.